viernes, 11 de junio de 2010

LA CALLE DEL ENCUENTRO I








Latente se veía aun el sol
Dos sombras caminaban de manera contraria
El encuentro entre estos dos seres era inevitable
Y tan solo una calle era testigo de este encuentro.
La calle no estaba vacía
Algunas personas caminaban sobre esta
Sin percibir lo que sucedía,
Pocos días repitió esta calle
La misma escena;
Dos sombras encontradas
Risas y te quieros
De parte de cada ser.

Pero esta calle
También es testigo del final
Del encuentro
De sus rostros, de sus pensamientos
E incluso de sus sentimientos
Tal vez , y digo solo tal ves
Por que esta calle nunca revela
Sus secretos
Pero uno de ellos
Nunca cambio su felicidad por aquel encuentro.

Y es que su felicidad se perpetuaba en ella
Ella que bajo el abrigo de esta calle
Le dirigía su voz,
Y que tan solo un te quiero fraternal
A el, le bastaba de consuelo.

Pero no lo juzgues
Por consolarse con tampoco.
O, quien al estar al las puertas de decir:
Me gustas, ¿no ha retrocedido un paso?,
Quien no ha cambiado el rumbo
Y dejado que su garganta
Se haga nudos
Y su corazón destrozos, por no hablar.

Aquella calle le consuela
Trayéndole recuerdos
De aquellos espontáneos encuentros

Solo aquella calle sabia
Lo que ella sentía,
Pero a el nunca se lo ha revelado
Esta dichosa calle,
Tal vez esperando el momento…
O tal vez nunca se lo diga.

Esta calle sabe
Los secretos de ellos dos,
Cada uno por aparte,
Tal vez igual o desigual.
Solo ella tiene las ventajas del saber
De los corazones
De el y ella.

El solo espera poder gritarle a los vientos
Lo que siente.
Y ella …?

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