sábado, 13 de marzo de 2010

PRIMER TRAZO









Creeme que no me arrepiento,


no me arrepiento de haber


probado alguna vez


la miel de tus labios.



Y es que aun recuerdo esos días


que aunque pocos,


inspiraron mi ser


cual pianista inspirado


por su musa.



Y creeme que no me arrepiento


de haber rosado tus labios


que colmaron mi cuerpo


de algo mas que simple pasión,


de sentir mi mente saturada


por tu pensamiento.



Y es que aun recuerdo


esos labios dulces como la miel.


Que sin importar el aire artificial


que nos abrazaba en aquel recinto,


ni la noche que nos guiaba


hicieron sentir a mi cuerpo


un calor como de mil soles,


una ternura como de niño


y algo tan grande


que arruinaría todo,


si tan solo lo llamara amor.



Por eso...



Creeme que no me arrepiento,


y que aun recuerdo aquella vez.